Miembros del ECS participan en la Vuelta a España por relevos

Bueno, el testigo, elemento indispensable de la primera vuelta a España en Vespa por relevos, salió de la comunidad sin grandes incidencias, y para contribuir en ese pequeño eslabón de esta gran cadena, tres segovianos y sus tres vespas ayudaron a que un cilindro de color azul, con pequeños tesoros en su interior, pudiese viajar desde Avila hasta lo alto del Puerto de Navacerrada en el día 20 de Abril de 2008.

Los preparativos del viaje se iban sucediendo atropelladamente durante la semana anterior, por fín pude quedar con Josmanu, para conocerle y, gratamente, comprobar que tenemos muchas cosas en común. Los teléfonos para los enlaces con madrileños y Salmantinos estaban recopilados uno a uno. Revisión tras revisión de mensajes en el foro para ver si hay novedades, que si estar pendiente de ese tiempo de perros que azotaba la península y que no sabíamos si mejoraría...

A última hora, el domingo por la mañana, me llama Adrián, un buen compañero del ECS para sumarse al grupo, la pareja se transforma en trío. Han sido muchos los kílómetros que hemos compartido montando en nuestras culonas, y es una gran alegría disfrutar unos pocos más para contribuir a este evento.

Yo, con mi despiste habitual, me olvido por la mañana de cuál era el lugar dónde nos habíamos citado, la "Puerta de Madrid" y me emplazo con Adríán, como no, a los pies de nuestro milenario Acueducto, a las 9:05, una llamada a Josmanu y todo solucionado.


Como siempre, cosa de la que no estoy orgulloso, no soy el primero en llegar, ni tampoco el segundo. A las 09:20 ya estamos todos, preparados para la ruta y con nuestros depósitos llenos


El día estaba casi despejado, la sierra se veía majestuosa, iluminada por la nieve de los últimos días ¿sería cierto que nos sonreían los dioses?

Al paso por Hontoria decidimos hacer unas fotitos a la Sierra de "Guadarrama" y a las vespitas. Sin comentarlo, nuestras mentes pensában en la subida hasta allí que nos esperaba por la tarde, ¿continuarían estas cumbres así de despejadas?



El cielo cambiaba a por momento, y, unos km más adelante, las nubes ganaban el terreno a los claros.


Una cigüeñilla se asomó desde el nido a vernos pasar, dicen que estos grandes alados traen buena suerte



Estos pueblos cercanos a Segovia se sucedían atravesados por carreteras secundarias, en el orden de siempre, como una lección que tenemos ya aprendida de memoria: Madrona, Ortigosa del Monte, Otero de Herreros, un ratito de carretera nacional, y por fin El Espinar, donde hicimos una paradita para echar gasofa.


Allí comenzaba lo bonito y lo novedoso de la ruta, cogimos la carreterilla que, pasando por el Campo Azalvaro, nos lleva, en un recorrido casi carente de curvas, hacia Avila.

El "Campo Azalvaro" entre las laderas de pastizales de la Sierra de Ojos Albos y la opuesta de Malagón es un escenario parece sacado de un documental sobre las llanuras africanas con fondo de montañas; otros dirían que se asemeja a la tundra; otros que a los Highlands escoceses. Esta gran extensión de prados que rememoran sus usos en épocas de la Mesta se mantienen cási vírgenes debido a su altura media y al estar despobladas y alejadas de grandes núcleos de población, los únicos retazos de modernidad que han invadido este paraje de dehesas infinitas han sido el embalse de Serones y los molinos eólicos que ahora coronan las cumbres.

El aspecto de las nubes grises en la dirección de nuestra ruta nos hacia presagiar las altas probabilidades de que cayese la lluvia. En los primeros kilómetros, el ganado me hizo perder un ratillo de retraso respecto al resto del grupo, pero, son las cosas del directo. Pronto la gran llanura del Campo Azalvaro apareció ante nuestros ojos, y su fauna nos visitaba, con pequeños destellos, una vez era un ánade cruzando sobre nuestras cabezas, otra vez una pareja de aves rapaces acechaban desde arriba, y, varias más, pequeños pajarillos de aspecto poco habitual huían sin contról a nuestro paso, una vez, incluso me pareció que uno de ellos iba a chocarse con Adrián.

El cielo se ponía cada vez con peor pinta, la lluvia hizo acto de presencia y, rápidamente se transformó en granizo. Por suerte fueron sólo unos momentos y, en seguida, el granizo se volvió chispeo. Una lástima, pues tuvimos que posponer el disfrute del paisaje para el viaje de vuelta. Según nos acercábamos a Avila la luz del sól se filtraba más y más entre las nubes ganándolas terreno.

Por fin, hacia las 12:00 (15 minutillos de retraso sobre las previsiones más pesimistas) llegamos a 4 postes, las fotos de rigor y la tensa espera. Sabíamos la hora de salida de los charros, y preveíamos el retraso, pero eso no impidió que pensásemos en alguna de las pequeñas fatalidades que acompañan a la vuelta desde las primeras etapas.

Decidimos tomar un cafetito para entrar en calor.

Pronto nuestras monturas se verían acompañadas, pues una horita mas tarde llegaron nuestros amigos Salamanca jf5172(Juan) , silverpan(Félix) y dawhin(Javier) venían desde Salamanca, por Piedrahita. Tras las bromas pertinentes procedimos a hacer el testimonial cambio de testigo.


La lluvia y el viento comenzaban de nuevo así que, presurosos, procedimos a visitar un poco la ciudad.


En la Puerta del Carmen con la espléndida vista de las murallas.



Una lastima, todas las puertas de la muralla que visitábamos estaban en proceso de restauración. La lluvia desaparecía y volvía a aparecer sin previo aviso resultando de lo más incómodo.


En la puerta de San Vicente hicimos unas últimas fotos de grupo y nos despedimos comenzando nuestra ruta de regreso, con el testigo en nuestras alforjas.

Bernuy-Salinero, Urraca Miguel, el "Campo Azalvaro" con su inmensa recta en una llanura entre montañas, los parajes se iban sucediendo, y ahora si, el buén tiempo nos permitía disfrutar de ellos.

Llegamos a la provincia de Segovia en medio de este gran llano

y continuamos bajando hasta llegar a El Espinar

donde volvimos a llenar nuestros depósitos.

Paradita de Josmanu un poco antes de Los Angeles de San Rafael para testificar la vuelta de marcador de su vespita y continuamos la marcha.

Como no podía ser menos, paramos a visitar a nuestro amigo Jesús, presidente él del Escúter Club Segovia, en Otero de Herreros. Saludos de rigor y unas palabras de aliento para todos los que participan en esta gesta, un detalle del club llenar aún más el "Testigo", un ejemplar de nuestra niña mimada, la revista Deuca Tuco

Aprovechamos aquí para recordar que esta vuelta coincide en ejercicio con la celebración del 20 aniversario del Club, que esperamos festejar con la mejor de nuestras "Escuteradas Segovianas" el día 5 de Julio en Cantalejo "La gran evasión", que podremos compartir con todos nuestros amigos de la Vespa y el Escúter.

Partimos en seguida, y una vez pasado Ortigosa del Monte esta vez decidimos volver por La Losa y Las Navas de Riofrío ("Las Navillas") por variar un poco la ruta. Cuanto más nos acercábanos a nuestra querida ciudad, el viento soplava con más fuerza, para endurecer aún más la ruta, y para rematar la gesta, la lluvia volvió, para recibirnos en las primeras calles de la ciudad.

Aparcamos en la Plaza Mayor, junto a la Catedral para despedirnos de Adrián, agradeciéndole su buena compañía.
Acto seguido, Josmanu y yo nos dirigimos a comer a las Cuevas de San Esteban, nuestros estómagos lo iban necesitando.

Allí, por fin, estuvimos explorando ese pequeño tesoro que recorre España entera y que cada vez va cogiendo más peso y más vivencias. Rellenamos y firmamos nuestros datos de ruta en la sobremesa.

La comida fué rápida, pero quedamos bién saciados, dispuestos a emprender la segunda parte de nuestra ruta.

Una breve visita a "nuestro" Alcazar, un vistazo a la sierra... (mmmm, no está demasiado cubierto, no tiene muy mala pinta, nos atrevemos...) y la decisión clara de dirigimos hacia ella.

Pasamos por el "Real Sitio" de La Granja de San Ildefonso, cruzamos La Pradera de Valsaín y comenzamos el puerto.


En los primeros compases del ascenso comienza la lluvia que en seguida se torna a Granizo. Estábamos bien equipados y no cabía razón para amilanamos. Enlazamos las curvas a nuestra modesta velocidad de crucero. En las últimas "revueltas", se comienza a ver la nieve cubriendo los arcenes, por suerte las precipitaciones ya habían desaparecido. Entre las grises nubes se llegaban a entrever algunas zonas soleadas. Culminamos el puerto sin problemas y allí estaban esperándonos tres queridas pepas y sus respectivos dueños.

Una de ellas, la más antigua, tenía entretenidillos a nuestros amigos de Madrid geniezillo(Jorge), africano(Luis) y jorge42, pues, cien metros antes del destino se había parado. Uno de esos caprichos que tienen los ancianos ejemplares de este mito de dos ruedas.

Los saludos y comentarios de rigor. La avería fué solucionada con celeridad. Unas fotos con el testigo, y un chocolate caliente para entibiar los cuerpos y celebrar este pequeño paso en la ruta de nuestra Vuelta a España. Procedimos a enseñar a nuestros nuevos compañeros los tesoros que guarda el testigo, y a rellenar nuestra suma de kilómetros oficiales: 120 .


En seguida comenzaron a caer copos de nieve y nos comenzó a entrar la prisa y el miedo por la nieve cuajada sobre el firme. Lástima, pués se queda uno como con ganas de más.

La etapa acaba con la vuelta a casa. Josmanu, más intrépido en las curvas que yo, pasa a encabezar la bajada. El firme está húmedo y cada curva hay que enlazarla con precaución. Todo parece que va sobre ruedas, cuando, al acabar el puerto, la pequeña PK, que se ha comportado como una campeona durante toda la jornada comienza a hacer extraños, tironcillos.

Vaya, sólo fué un susto, habría cogido un resfriado. En seguida se acabó la bajada y en un "pis-pas" nos plantamos a la entrada de Segovia. Caras de satisfacción por la provechosa ruta culminada con éxito, y un emplazamiento de coincidir pronto para poder departir de nuevo, con los recuerdos de esta jornada ya reposados.

Más fotos en: http://s136.photobucket.com/albums/q195/lupidilup/2008/Abril/VueltaEsp/